¿CÓMO CONDICIONA LA MOTIVACIÓN NUESTRA CONDUCCIÓN?
LA MOTIVACIÓN EN LAS CONDUCTAS DE RIESGO DURANTE LA CONDUCCIÓN.
En la dinámica de la toma de decisiones de la conducción se involucra la motivación y la emoción de las personas, sus habilidades cognitivas (que son útiles para asimilar la información que viene de su vehículo y del exterior) y sus habilidades sensoriomotrices.
La motivación es lo que nos dirige a realizar una determinada acción, manteniéndola durante un tiempo y con una intensidad que puede ir variando hasta llegar a la meta deseada.Es deseable que los conductores estén motivados para mantener conductas seguras y para rechazar las conductas de riesgo. ¿De qué depende el riesgo que estamos dispuestos a correr? De los motivos excitatorios e inhibitorios.
Los motivos excitatorios son los que impulsan a tomar decisiones más arriesgadas; las alteraciones del estado de ánimo como la hostilidad, la euforia, la ansiedad; mostrar habilidades de conducción como si se tratase de una exhibición (relacionado con la conducción temeraria) entre otros.
Los motivos inhibitorios son los que contribuyen a tomar las decisiones más sensatas y responsables. Son mecanismos de defensa que ayudan a prevenir riesgos, al menos en teoría. En la práctica, suelen producir el efecto contrario, es decir, al confiar en que uno mismo está seguro en general, se asume mayor riesgo. Veámoslo a través de algunos inhibidores de la prudencia:
- Cuando se está mucho tiempo a una velocidad constante, sobre todo alta, se piensa que se va a menos, aunque solo es un efecto de acostumbramiento, nos adaptamos sensorialmente a la velocidad.
- Al confiar demasiado en la tecnología del vehículo, se puede tener la falsa sensación de que es casi imposible tener un accidente.
- Quienes se sobrevaloran como conductores tienden a atribuir los riesgos a fallos externos a ellos mismos.
- En algunos casos se minimizan las consecuencias de un posible accidente al reinterpretar una situación peligrosa. Este inhibidor de prudencia se suele dar en los conductores con más experiencia, que piensan que gracias a sus conocimientos sabrán solucionar cualquier situación aunque parezca complicada.
- La sensación de invulnerabilidad se produce cuando se ha pasado mucho tiempo conduciendo a lo largo de la vida sin que ocurra un accidente; es decir, cuanto más tiempo pasa sin que ocurra un accidente, se tiende a pensar que existe menos probabilidades de sufrirlo, aunque no es cierto.
- Cuando se lleva mucha práctica se automatiza en exceso la conducción, es decir, se toma como algo muy fácil pero en realidad hay muchos más procesos implicados de los que se cree, lo cual se relaciona con la sensación de invulnerabilidad anteriormente mencionada. En este caso las personas conducen sin prestar suficiente atención, despistados, y por tanto no se adapta correctamente a los cambios del entorno.
- Algunas veces se predice mal la conducta de otros conductores, la propia y los cambios que puedan ocurrir en la carretera.
Desde la psicología, podemos aprender a tener en cuenta estos inhibidores de prudencia,aplicando trabajando con herramientas motivacionales orientadas a mejorar las capacidades de los/as conductores/as, disminuyendo el nivel de riesgo que están dispuestos/as a asumir, para conseguir evitar accidentes y salvar vidas.
Si estás interesado/a en conocer más, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.